Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua
11 de febrero
Se marchó a la eternidad
el popular Don Santiago,
o el INDIO MARA como todo
el mundo lo llamaba.
Trabajó como vendedor de sencillos “perros calientes”,
que su voz de centella
pregonaba,
cuyo secreto estaba en la salsa
de tártara
que su mágicas manos preparaban.
Su insinuado pregón
en las tardes villacuranas,
al oído de jóvenes, viejos y
estudiantes
como una flecha llegaba.
Hoy recuerdo que por apenas
un real,
afanosamente corría la gente para comprar sus famosos
“Perros calientes”.
Siempre parado al lado de su cochecito,
cuando en cualquier cuadra,
su heroico trabajo realizaba.
Con su bata blanca impecable,
y en la cabeza una boina del mismo color
que siempre llevaba.
Ocurrente y gracioso,
piropeador nato y contador
de peripecias.
De rostro aparentemente
rígido,
pero de un corazón noble
y por demás generoso.
No era nativo de esta
región
Pero su voluntad de trabajo
y su honestidad,
fueron siempre su carta
de presentación.
En la Villa levantó su familia
muy cercano de mi gente.
Ello hacia que lo viéramos
frecuentemente.
Hacían años se asentó
en esta tierra
a la que tanto amaba.
La misma que hoy,
generosamente y para siempre
recibió los restos del INDIO MARA.
Y su alma en cual lugar?
En el corazón de Dios que le esperaba.
OeC. 10 febrero 2014
Sitio web de la imagen: http://alice-albaalicenuestrocieloazul.blogspot.com/2010/10/veces-no-apreciamos-lo-que-tenemos.html
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