Aquel, aquel potro patas negras
de crines tan marmoleñas
hace unos dias se murió
porque, la dueña que lo montaba
que tanto lo acariciaba
hace tiempo se marchó.
Aquel, aquel turpial cantarino
y el azulejo marino ayer se fueron los dos
porque, la mano de suaves mimos
la voz de modales finos
de pronto los descuido.
Por qué, aquel perro tan hermoso
que jugueteaba contigo
que te regalé un diciembre
cuando nos comprometimos
ayer lo consegui
muerto en la orilla del camino
Por qué, Señor si te la llevaste
eternamente contigo
y se fueron tras su huellas
todos sus fieles amigos
deja que yo también muera
para tenerla conmigo.
Aquel, aquel riachuelo divino
de corrientes cristalinas
seco ya esta de dolor
por qué, porque tú no has regresado
a refrescarte a su lado
a jugar con su color.
Aquel, aquel rosal encendido
que cuidabas con delirio
todito se marchitó
porque aquella voz cantarina
que refrescaba su vida
nunca jamás regresó.
eternamente contigo
y se fueron tras su huellas
todos sus fieles amigos
deja que yo también muera
para tenerla conmigo.
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