"DOS FUNCIONES CON UNA SOLA ENTRADA" (CICLO: ¡AQUELLOS CINES VILLACURANOS!)

Por: Marcos Montesinos

Los cines de la Villa: el Ayacucho, el que llamaban El Corralón o Cine Central y el Cine Pineda o Cine Sucre.

Bueno, en aquellos años las entradas eran sumamente baratas: dos bolívares, un real.
Yo asistía especialmente los días domingo porque había dos funciones.  Entonces yo veía la de la tarde y me quedaba hasta la noche pagando una sola entrada.
Me quedaba dentro del cine.
Salíamos a comer alguna cotufa, alguna barquilla, porque al lado del cine Ayacucho había una heladería llamada Ayacucho.
Había dos italianos muy receptivos, uno se llamaba Víctor, no recuerdo el otro...
¡Ah, y Macuto! ¡Heladería Macuto!
Y...bueno...las barquillas eran a medio (0,25).  De mantecado, ron con pasas, de chocolate...
Un sandwich bien sabroso, a la plancha, con jamón y queso, costaba un bolívar.

La primera novia que yo tuve la llevé fue al Cine Ayacucho.  En esa oportunidad en pantalla gigante iban a pasar Tiburón por primera vez aquí en Villa de Cura. Esa película la vimos completa.

Después iba al Cine Corralón porque allí pasaban muchas películas mexicanas. Recuerdo aquellos tremendos actores y actrices: María Félix, Miguel Aceves Mejías, Pedro Infante, todos esos grandes artistas mejicanos.  Y pasaban las series: pasaban a Tarzán, a Supermán, al Llanero Solitario.
Bueno, disfrutábamos todas esas películas bellas y hermosas con bastante respeto, con mucho cariño y con mucho amor.

Recuerdo de aquellos años los propietarios o encargados de los cines: del Ayacucho la familia Borges.  Es mas, hay un amigo que es ajedrecista que se llama Miguel Biorges y pertenece a esa familia.
Y en el Cine Corralón al propietario lo llamaban el Sr. Eligio Arocha, de los Arocha villacuranos.  El Cine Sucre  era de los hermanos Pineda.

Yo digo que los cines desaparecieron porque a través de la época las cosas van cambiando, desaparece lo viejo siendo sustituido por lo nuevo y...bueno...desaparecieron los cines.

Las películas al principio eran en blanco y negro, y también estaban las de cine mudo, las de Charles Chaplin.

La mayor parte de los equipos antiguos de cine, proyectores, etc. están aquí en nuestro Museo de la Tradición Inocencio Utrera, Av. Miranda cruce con calle Dr. Rangel, al lado del Saime.  Pueden acercarse paraque vean los equipos que se usaban en aquellos cines. Están como reliquia villacurana para uno recordar aquellos años con las novias, con los amigos.

Íbamos al cine todos los días y especialmente los domingos que era cuando pasaban las series: Los Peligros de Nioska pasaban en Corralón.      Y reíamos mucho con Resortes, Tin-Tan, Cantinflas, todos esos personajes cómicos de México, esos grandes actores, artistas, humoristas.

Bueno, nosotros disfrutamos de todo eso. De ellos, de su talento, de su sabiduría artística.

Al salir del cine directo a casita.  Salía uno a las 8 ó 9 de la noche, pero en aquella época recuerden que no había delincuencia.  Había mucho respeto.

Uno cuando no tenía real - porque para llegar a tener Bs. 3,00 en aquella época era difícil - vendía las botellas de Pepsicola o hacía intercambio de los suplementos -ahora los llaman comics- .  Había suplementos de Tarzán, de Supermán, de vaqueros, etc.  Y uno se ponía a vender suplementos y conseguía así dinero para sus entradas para el cine.

Yo frecuentaba todos los días el cine Corralón que fue fundado en 1922 por el Sr. Tomás González. En 1959 le cambiaron el nombre por el de Cine Central reinaugurándolo con una película de Cantinflas titulada El Bolero de Raquel.

Ese gran salón además de servir de cine se usaba para presentar obras de teatro, presentaciones de magos, ilusionistas y prestidigitadores.  Hasta se realizaban allí reuniones políticas en tiempo de elecciones.

Se recuerda mucho al Sr. Don Eligio Arocha, el segundo propietario del Corralón.
El operador de máquinas de proyección era Manuel Méndez.  Tenía qué girar manualmente una manilla para que el rollo corriera a un ritmo constante y una velocidad determinada, si lo hacía más rápido de lo debido la imagen se apresuraba y si perdía el compás y lo hacia mas lento la película se veía entonces a cámara lenta.

María Félix, bellísima e inolvidable actriz mexicana