Por: Irma Pulido
Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela
07/01/2011
I
Tiende tu mano,
con respeto y amor,
sin ver quién es el señor;
sencillamente es un anciano.
II
Es un hombre de valor;
pero los años le han pasado;
sus pasos lentos y cansados,
en su carita hay dolor.
III
Brindémosle cariño de hermano,
una sonrisa y calor;
ya su negro pelo blanqueó,
nuestro deber es ayudarlo.
IV
Fué joven, como tú, como yo,
no debemos olvidarlo,
que un día va a tocarnos
y diremos: "La vejez nos llegó"
V
Así repito por Dios,
tiende tu mano al anciano
y recibirás con entusiasmo,
la vejez con orgullo y honor.
Sitio web de la imagen: http://www.hacerdieta.com/category/dieta-en-la-tercera-edad/
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