lunes, 3 de septiembre de 2012

PEDRITO Y EL SILBÓN



Por: María Teresa Fuenmayor Tovar


              Pedrito iba cruzando el campo por un sendero solitario. Eran casi las siete de la noche y ya hacía rato que había oscurecido. De pronto escuchó a lo lejos un silbido que le hizo temblar de miedo.  Recordó los cuentos que echaba su abuela Genara acerca del Silbón, ese espanto de la sabana cuyo silbido se ecuchaba cerca cuando él se encontraba lejos, pero se oía lejos cuando el Silbón estaba cerca.  Él acababa de escuchar ese pitido lejos, lo cual quería decir que tenía al Silbón cerca.

            Pedrito quiso correr pero su miedo era tan grande que lo paralizó. Por más que intentó correr no lo logró.Entonces hizo lo que haría cualquier niño en las mismas circunstancias: se echó a llorar.  Su llanto fue tan escandaloso que despertó a toda una familia de conejitos que tenían su madriguera en ese lugar.  Salieron saltando, alarmados. Crtispado el suave pelaje y arrugadas las rosadas naricitas.  Al ver el origen del ruido, los conejitos le rodearon acercándose a él con cortos saltitos y tapándose las orejas con las patitas.

           Se veían tan graciosos que por un momento Pedrito olvidó al Silbón, olvidó sus lágrimas, olvidó su miedo y comenzó a reír. Hizo silencio luego y en ese preciso momento escuchó otro pitido un poco más lejos lo que le hizo comenzar a llorar otra vez.

          Entonces el conejito más grande –que debía ser el papá- se acercó y le dijo:

-Silencio, niño ¿Qué locura es esta? Lloras, ríes y lloras y no dejas dormir a nadie ¿Qué te pasa?

-¡Usted puede hablar! -Se sorprendió  Pedrito-.

-¡Tú también puedes hablar, pero parece que prefieres llorar! ¿Qué te pasa?

-¡ Que le tengo miedo al Silbón!

- Y nosotros le tememos a los zorros pero no por eso nos ponemos a llorar en la puerta de tu cuarto

-Pero es que yo acabo de escuchar al Silbón.

En ese momento se escuchó el silbido más lejos. Pedrito gritó asustado:

-¡El Silbón está más cerca!

Papá Conejo le aclaró:

-Lo del Silbón es sólo una leyenda. Ese silbido lejano es el del tren que va a Manuare y pasa cerca de acá. No indica que el Silbón está cerca sino que el tren está lejos.

Pedrito bajó la cabeza y dijo con vergüenza:

-Soy un miedoso.

Papá Conejo frunció la rosada naricita y le dijo:

-La próxima vez que temas a algo misterioso, en lugar de llorar sólo debes investigar bien de qué se trata. Casi siempre descubrirás que no tenías una verdadera razón para temer ¡Conejitos, a dormir!

Todos corrieron a sus agujeros. El silbido se escuchó mucho más lejos pero ya Pedrito no tenía miedo.

Sitio web de la imagen: http://para-variar.blogspot.com/2012/02/el-silbon.html

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