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jueves, 12 de septiembre de 2019

LA DINÁMICA (DRAMATIZACIÓN)


Motivo de la creación de esta dramatización: Cuando Elimar, (ex-alumna mía de teclado) me solicitó escribiera una mini-obra teatral para siete personajes (seis chicas y un chico) para una presentación en su liceo (La APEP) un trabajo asignado por su Prof. de Castellano, donde se mencionara el éxodo forzoso que sufre Venezuela pero que terminara en forma graciosa con una ronda de chistes, estuve dándole vueltas a la cabeza tres días antes que comenzaran a fluir las ideas. Este fue el resultado, Espero les guste:

Personajes: Las estudiantes Wendy, Isabel, Elimar, Daimelis, Claudia y Julianis. El profesor Héctor.

Ambientación: Un salón de clases (Pupitres, un escritorio con su silla, una pizarra acrílica)

ACTO ÚNICO

Las seis estudiantes ocupan los pupitres del salón, conversan animadamente en grupo de dos y tres mientras una de ellas (Julianis) dormita apoyando la cabeza en el pupitre.

Entra el profesor Héctor y saluda:

Prof. Héctor: Buenos días.

Las jóvenes responden poniendo cara y haciéndose gestos de extrañeza unas a otras: Buenos días.

Prof. Héctor: Permítanme presentarme, soy su nuevo profesor guía, ya que la profesora Yanmarilys se fue para Perú.

Las chicas ponen expresión de sorpresa y tristeza y dicen a coro con desaliento: Ah.

Wendy: ¿Por qué no se despidió de nosotras?

Prof. Héctor: Ella es gran amiga, fue quien me recomendó para que ocupara su lugar en esta institución. Les mandó decir conmigo que las estima mucho pero que no le gustan las despedidas, que ya llevaba mucha tristeza para agregar más y que además prefería recordarlas alegres como son. Que más adelante, apenas compre teléfono en Perú las contactará por whatsapp.

Isabel: Todos se van

Elimar: Casi todos. Nosotras seguimos acá.

Daimelis: Sí, pero...¿Por cuánto tiempo?

Prof. Héctor: Por lo menos los próximos noventa minutos.

Claudia:¿Cambiaron el horario de nuevo?

Prof. Héctor: No exactamente, solo que me enteré que el profesor de matemática no podría venir hoy y solicité su tiempo, pues, quiero que nos conozcamos mejor, que sepan que en mí tienen un amigo y las puedo orientar en muchas cosas.

Julianis: Con todo respeto, profesor, eso nos lo hubiera podido decir en una hora y le iba a sobrar tiempo más bien, y dejar que tuviéramos libre la hora de matemática.

Wendy: Es verdad ¿Qué vamos a hacer en dos horas?

Prof. Héctor: Conversar, conocernos y ayudarnos. Vamos a hacer una dinámica: Les repartiré hojas y cada una escribirá ahí el problema mas grande que tenga, ese que la hace sufrir, sin firmarlo para que sea anónimo. Luego entre todos le buscaremos solución. escriban con confianza, no llevará firma, nadie sabrá de quién es.

Isabel: Sí se sabe... por la letra

Prof. Héctor: "Todos mis movimientos están friamente calculados" Yo no conozco sus letras y traje un yesquero, al finalizar la dinámica quemarè todas las hojas y asì cada cosa y cada caso permanecerá en el absoluto secreto.

(El profesor Héctor pasa entre los pupitres y reparte una hoja a cada estudiante. Las chicas comienzan a escribir de inmediato)

Prof. Héctor: Vayan al problema concreto sin adornarse con muchos detalles.

(El profesor se sienta en su escritorio, mira la hora e su reloj, saca un yesquero de su bolsillo, prueba a encenderlo, sonríe, asiente con la cabeza y lo coloca sobre el escritorio. Las chicas dejan de escribir)

Elimar: Ya todas terminamos, profe.

Prof. Héctor: Muy bien, ya paso a retirar las hojas. Falta casi la mitad del salón ¿Tienen la virosis "de moda"?

Daimelis: No, profe, se pusieron de acuerdo para ensayar una dramatización que nos mandó hacer la profesora de Castellano.

Prof. Héctor: (Alza la voz con disgusto) ¿A quién se le ocurre tomar las horas de clase para ensayar teniendo sábados y domingos libres? ¿Y ustedes?

Claudia: ¡Ya nuestra dramatización está lista, profe, bien ensayadita y todo!

(Pasa el profesor entre los pupitres recogiendo las hojas, se sienta en el escritorio toma una de ellas y lee)

Prof. Héctor: "Mi problema es que mis padres toman bebidas alcohòlicas hasta embriagarse y eso es todos los fines de semana. Me da mucha angustia pensar que mis amigas vayan a llegar de visita y los vayan a ver zapateando porque les da por bailar puro joropo tuyero"

Julianis: ¡Ay, pero que se quede tranquila, al menos los tiene a los dos! ¡Mi mamá murió hace tres años, cómo me gustaría tenerla en casa aunque fuera sólo los fines de semana, tomando y bailando! ¡No me importaría que tomar! ¡Sólo estaría feliz de tenerla cerca!

Wendy: Si les gusta tomar no les va a dejar de gustar...que se acostumbre.

Isabel: Eso me recuerda el chiste de que un señor borrachito entra en su casa a las tres de la 
madrugada y la esposa muy disgustada le pregunta: ¿Tú crees que estas son horas de llegar? Y él contesta: ¿Quién dijo que estoy llegando? Vine a buscar la guitarra.

(Todos rien. El profesor guía interviene)

Prof. Héctor: Creo que quien escribió esta nota debe tener mucha paciencia, recordar que ningún ser humano es perfecto, todos los padres cometen errores, así como l os cometemos los hijos, pero la familia es una comunidad donde jamás deben faltar el amor, la comprensión, el perdón.

Elimar: Y la paciencia y tolerancia, profe, además, hay ex-novios y ex-esposos, pero no hay ex-padres ni ex-hijos, hay qué permanecer unidos a pesar de los problemas.

Daimelis: La solución de este problema la da el amor. Lea el otro, profe.

Prof. Héctor: Bien, sí, dice así: "Yo no tengo ningún problema, sólo estoy aburrida y me hicieron perder mi hora libre"

(Todas ríen, el profesor interviene disgustado)

Prof. Héctor: Hagan silencio, por favor, y no celebren esto. Primero, nadie puede decir que no tiene problemas, a menos que tenga el problema de ser mitómano.

Claudia: ¿Mitómano? ¿Qué es eso?

Prof. Héctor: Un mentiroso compulsivo. Además estamos haciendo una dinámica en serio y solo por hacer un chiste pierde la oportunidad de recibir un consejo que necesita.

Julianis: No se disguste, profe, a lo mejor tiene un problema tan grande que le da pena contarlo.

Wendy: O tan chiquito que le da pena contarlo, no importa, lea el otro.

Prof. Héctor: Sí, mejor seguimos, el otro dice así: "Por culpa de mi hermano que es un glotón mi mamá le puso cadena y candado a la puerta de la cocina y hasta que ella no llega del trabajo no se abre. Ahora paso sed por culpa de él"

Isabel: La solución es fácil: como la glotona no es ella, que le diga a la mamá que le deje la llave.

Prof. Héctor: Eso provocaría otro problema: que su hermano pensara que su mamá la quiere más a ella o tiene favoritismo con ella.

Elimar: Bueno, que su hermano se comprometa a no comer tanto.

Prof. Héctor: Si fuera tan fácil no habrían tenido qué recurrir a cadena y candado.

Daimelis: La solución es muy fácil: Antes que su mamá salga para el trabajo que saque del congelador una jarra de hielo y la tenga afuera y deje que se vaya diluyendo ¡tendrá agua bien fría todo el día!

Prof. Héctor: La solución perfecta, práctica y sencilla.

Claudia: ¿Cómo a mí no se me ocurrió? Daimelis merece un aplauso (Todos aplauden incluso el Prof. Héctor)

Julianis: Por asociación de ideas por aquello del agua me acordé de un chiste, más bien de una adivinanza ¿La puedo decir?

Prof. Héctor: Sí, por supuesto.

Julianis: ¿Qué es lo que está en todo el centro del río y no se moja?

Wendy: Eso es viejo...una curiara impermeable.

Julianis: No, la letra "i".

Isabel: Ay, no, mejor siga leyendo, profe, ese fue un chiste muy malo.

Elimar: No fue un chiste sino una adivinanza.

Daimelis: Yo sí puedo contar un chiste malo, escuchen: Por una acera va caminando un chiste alto, musculoso y fortachón ¡Un cuarto bate pues!

Claudia: ¿Va caminando un chiste?

Daimelis: Sí, ya dije, un chiste fornido. Y de repente ve pasar por la otra acera un chiste pequeño y flaquito y el chiste musculoso cruza la calle y toma al chiste chiquito por el cuello y le pega durísimo (Hace una pausa) ¿Vieron qué chiste tan malo?

(Todos ríen)

Prof. Héctor: Muy bueno tu chiste malo. Sigamos con los problemas. Mmmmm, esta hoja está en blanco.

Julianis: Otra mentirosa que dice no tener problemas.

Wendy: O alguien que no encuentra su lápiz.

Prof. Héctor:Bueno, quedan dos hojas, dos problemas. A ver, leo el otro: "Mi madre me tiene tomado clases de guitarra tres veces por semana, algo que detesto. Quiero entrar en un equipo femenino de futbol y no me deja pues dice que es juego de varones. A ella no le gustan los deportes. Siempre quiso estudiar música y sus padres nunca se interesaron en ponerla."

Isabel: Eso lo hacen muchos padres, se empeñan en que hagamos cosas que no nos gustan porque podemos y a ellos les gustó y no pudieron ¡Una broma más loca!

Elimar: Ese problema yo creo que se resuelve hablando. Hacer entender a tu mamá que tú eres una persona distinta a ella y tus gustos y preferencias también lo son.

Daimelis: Y que si un deporte tiene equipos femeninos es porque no es solo para varones.

Claudia: O negociar con ella: Okey, mamá, yo estudio tu guitarra pero solo a cambio de que me dejes practicar mi futbol.

Julianis: O entusiásmala a que se inscriba contigo a estudiar guitarra, le dices que nunca es tarde para aprender y en cuanto esté adelantada tú te sales.

Prof. Héctor: Creo que este problema se soluciona con comunicación. Y el último problema: "No entiendo la matemática, estudio bastante y me esfuerzo y siempre raspo. Me molesta el que mis padres crean que cuando me raspan es por floja cuando simple y sencillamente es porque no tengo esa neurona. Todas mis otras materias las saco con notas normales y solo raspo matemática ¿Quién es más bruto, ellos o yo?"

Wendy: Ay, yo nunca les diría brutos a mis padres ¡Qué falta de respeto!

Isabel: A casi todo el mundo alguna vez le rasparon matemática.

Elimar: A Einstein le raspaban matemática en primaria.

Prof. Héctor: Aquí la solución es solicitar más apoyo a la hora de estudiar matemática, realizar cursos de refuerzo, buscar hasta encontrar a un profesor al que puedas entender porque cada docente tiene una manera diferente de enseñar.

Daimelis: O sea que la solución es estudiar más. Estás frita quien quiera que seas.

Claudia: Interesante, fíjense que as soluciones han tenido qué ver con el amor, la comunicación y el esfuerzo.

Julianis: Tomar las cosas con buen humor también ayuda.

Prof. Héctor: Bueno, creo que estas dos horas de guiatura fueron provechosas, y hablando de buen
 humor también aportaré un chiste: Un hombre va a comer a un restaurant chino y le sirven una carne deliciosa. El hombre queda encantado e impresionado no sólo por el sabor sino también por lo extremadamente blandita que era la carne. Llama al mesonero chino y le dice: "¡Qué carne tan sabrosa y blanda! ¿Qué tipo de carne es? Y el mesonero contesta: "Calne de lata" Y el hombre le dice "Ah, carne enlatada ¿De qué marca?" Y responde el chinito: "No, enlatada no, calne de lata, la mamá de los latoncitos"

(Todos ríen)

Prof. Héctor: Me alegra que les haya gustado el chiste. Ya voy a quemar las hojas (Saca el yesquero, coloca las hojas en el suelo y las enciende mientras termina)

Prof. Héctor: Acá termina nuestra clase de hoy y también termina la dramatización, es el momento en que nos unimos al público y aplaudimos todos juntos a la cuenta de tres...uno...dos...y tres (Todos aplauden, baja el telón)


María Teresa Fuenmayor, Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela

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