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lunes, 20 de abril de 2015

“DON INOCENCIO UTRERA” Hijo Benemérito de Villa de Cura






Por: Argenis Diaz
Villa de Cura, estado Aragua


Inocencio Utrera: Pedagogo espontáneo, inventor y autodidacta, carpintero, poeta, músico, barbero de gran trayectoria y con un especial don de gente que se granjeó el cariño del pueblo villacurano y zamorano.

Según los datos de primera mano obtenidos por el cronista popular Salustiano Yusti Prieto, en su libro Pasado y presente de Villa de Cura (1974), Inocencio Utrera nació en El Cortijo, asentamiento rural de Villa de Cura, parroquia Valles de Tucutunemo del municipio Zamora, el 28 de diciembre de 1900, hijo de Josefa Utrera. De origen realmente humilde, su madre se ve obligada a buscar trabajo y deja al niño de ocho años “contratado” en la finca del señor Félix Bigott; luego en Cagua realiza diversos quehaceres con la familia de Jesús Matos. En 1910 adquiere su primer libro de primaria, usado, y comienza su formación autodidacta. Oyendo leer a un criado de la familia Matos, de nombre José, aprende las primeras letras.

A finales de ese mismo año su madre lo regresa a El Cortijo y comienza a trabajar en una hacienda de café propiedad de Juan Bautista Rodríguez. Para el año 1912 se inicia en la barbería y empieza a diseñar sus primeras letras y números utilizando un trozo de carbón que afilaba a modo de lápiz. En 1917 ocurre su primer contacto con la música, oyendo a Víctor Ángel Hernández y a los muchachos de su banda. De ahí en adelanta empezó a ensayar con instrumentos que él mismo diseñaba. Con gran ingenio natural aprende a tocar el violín, el cuatro, la bandola y las maracas; además cantaba coplas de su intelecto. El 1922 se traslada a Villa de Cura y reside en sectores como La Represa, Las Mercedes, hasta que compra una casa en la avenida Bolívar, marcada con el número 28, donde convivió con su esposa Angelina Bolívar de Utrera, desde 1932 hasta el fin de sus días.

En su barbería, ubicada en la esquina de “Las Garitas” también soldaba piezas de latonería y fabricaba “silleticas” para niños, mesitas, jaulas y otros muebles de fácil fabricación. En las noches escribía versos, coplas, leía y tocaba sus instrumentos musicales. Desde 1950 se dedicó a la enseñanza en las materias de mecanografía, ortografía y castellano, sufragando los gastos por su cuenta. En 1955 fundó una escuela de comercio, la cual dotó con 10 máquinas de escribir nuevas. Por esta labor recibió algunos reconocimientos de parte del Concejo Municipal del entonces Distrito Zamora.

Inocencio Utrera falleció el 7 de septiembre de 1976. Fue considerado hijo benemérito de Villa de Cura y un ejemplo para las nuevas generaciones.

Desde 1971, una escuela, fundada como núcleo rural en 1946, ubicada en el sector La Represa de Villa de Cura, ostenta con orgullo el nombre de U.E.E Inocencio Utrera. El 9 de abril de 1976, con algunas reliquias donadas por Inocencio Utrera se dio inicio a la creación del Museo de la Tradición que desde entonces lleva su epónimo y es reconocido nacionalmente como único en su estilo, bajo la dirección del fotógrafo José Girlando. Hasta la fecha el museo está debidamente registrado en la Red de Museos de Venezuela adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura y es patrimonio de los zamoranos.

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