Abril. Llegaste con tus grises, con tus truenos y con tus lluvias, abril 15 de la tarde de rumores sobre la sedienta hojarasca, tus gotas cuelan entre altivos bucares, cedros y samanes, también sobre el majomo y su vecino el vijao, alto y copioso en exuberantes ramajes. Abril con tus lluvias y tu brisas te resbalas contra el cristal de mi ventana al oriente, la besas y la amas y pronto te deslizas, porque atrás vienen otras hijos de abril con sed de abrazar, acariciar por tantos meses de espera, no importa, ya estás, y te oigo pronunciarte con tu voz sobre los tejados y lo verde de los montes que con tanta paciencia esperaron conmigo hasta este día que llegaste, abril.-
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